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Fondos europeos y nueva financiación

  • Última actualización
    24 abril 2024 05:20

Los Fondos Europeos puestos en marcha en la UE han representado una vía de financiación sin parangón en su volumen, y la necesaria improvisación en muchos aspectos no es un aspecto negativo sino una muestra de capacidad de respuesta ante la magnitud de los problemas económicos y sociales derivados de asuntos muy diversos surgidos recientemente. A pesar de que no es nada sencillo en estos momentos consensuar en la UE políticas comunes, este ha sido un ejemplo de mecanismo ágil y con previsión de sostenibilidad en el tiempo.

Nos encontramos ya en una fase avanzada de desarrollo del mecanismo de recuperación y resiliencia de la UE y de convocatoria y otorgamiento de los recursos económicos correspondientes, de los que una parte significativa se ha dirigido el ámbito de la movilidad y el transporte de personas y mercancías.

Como en todos los anteriores repartos de fondos públicos provenientes de la UE, la capacidad de tener preparados con antelación proyectos de infraestructuras y servicios claves para el desarrollo del transporte siempre ha favorecido a las empresas públicas de cualquier ámbito y a empresas privadas con cierta dimensión y capacidad. La fragmentación y tamaño de empresas, especialmente entre las empresas del transporte por carretera, han limitado su capacidad para presentar proyectos elegibles y, por lo tanto, ser demandantes de fondos.

Hay que conocer, sacar conclusiones

Algunas reflexiones habría que hacer a raíz de los estudios de los datos necesarios para que se pueda realizar una correcta evaluación de su empleo, así como saber qué distribución se ha llevado a cabo de los fondos dedicados a los ámbitos del transporte y la movilidad, con el fin de determinar su impacto en la financiación de las actividades empresariales, el balance de los fondos destinados a entidades del sector público o privado, y, a su vez, entre administraciones, así como los diferentes objetivos cubiertos por los mismos, en los variados subámbitos, y modos de transporte. Al estar prácticamente cerrados ya todos los programas de Fondos Europeos dirigidos a la recuperación por las consecuencias de la pandemia y el inicio de la guerra en Ucrania, resultaría interesante poder disponer de los datos que permitan determinar el reparto entre fondos destinados a las infraestructuras, en concepto de gastos de inversión en equipamiento, y aquellos que se han orientado a gasto corriente, así como disponer de un análisis detallado del destino que han tenido los fondos, sus reglas de asignación y el impacto real que pudieran haber tenido sobre la actividad del sector de la movilidad, el transporte y la logística. Es necesario conocer, sacar conclusiones, emitir recomendaciones y sugerencias y aprender de las mejores prácticas emanadas de la experiencia adquirida de la aplicación.

Finalmente, la continuidad en la financiación pública de las cuantiosas inversiones que deben acometer las empresas para hacer frente al reto de la transición energética y para desarrollar mejoras en el ámbito tecnológico que favorezcan un comportamiento sostenible y eficiente es una reclamación que ya ha sido expresada en diferentes ocasiones. Máxime cuando determinadas líneas de financiación derivadas del mecanismo de recuperación y resiliencia (MRR) no han podido alcanzar plena aplicación al carecer, como en el caso de las destinadas a la adquisición de vehículos pesados propulsados por energía eléctrica, de disponibilidad efectiva de tales elementos en el mercado.

La reciente iniciativa de Transportes abriendo una consulta a empresas para impulsar la descarbonización y la digitalización de la movilidad parece anticipar la próxima asignación de nuevos recursos para continuar avanzando en la mejora de la operativa y eficiencia del transporte de mercancías, así como trasladar los avances digitales y tecnológicos disponibles, entre otras iniciativas.